jueves, 29 de septiembre de 2011

Granada en la cola de la lista de calidad del aire

Una pena leer esta semana en el Ideal que Granada tiene el tercer puesto por la cola en lo que a calidad del aire se refiere. Los límites de 20 microgramos por metro cúbico que especifica la OMS sólo son rebajados por tres ciudades y se quedan rozando ese límite.

Lo que no soy capaz de entender es como grandes ciudades como Madrid o Barcelona, que superan con mucho el número de habitantes de Granada y por tanto también en el número de vehículos y desplazamientos, pueden tener una tasa inferior y por tanto una "calidad" del aire mejor. A todo esto, habría que ver la situación de los medidores que se utilizan porque no me creo yo que un cacharro de esos puesto en la calle Gran Vía de Madrid (por decir alguna, lo mismo me valdría la Castellana, Alcalá o similares) no sobrepase con mucho los niveles permitidos. Claro que si en lugar de eso, se ponen en medio del parque del Retiro, pues entonces empiezo a entender las medidas.

De todas formas desde que llegué a Granada si que me sorprendió para mal la cantidad de coches y tráfico que hay en la ciudad a pesar de su tamaño, o en comparación con otras más grandes. También es de extrañar la gran cantidad de mesas de terrazas de bares que hay situadas junto a grandes calles donde no dejan de pasar coches y autobuses... mmmh rica tapa de jamón con humo negro.

Los carriles bici son contados en una ciudad que quitando el barrio del Albaycin, Sacromonte y parte del Realejo podría ser perfectamente transitable en bicicleta, sin grandes desniveles y distancias asequibles. Sin embargo el número de personas que se ve en bicicleta como medio de transporte rutinario es reducido. Y el hecho de la calidad del aire que comentaba al principio tampoco ayuda pues no es agradable tener la sensación de que vas tragando a grandes bocanadas el humo de coches y peor aún, autobuses.

En fin, dejo este pensamiento con la tristeza de que una ciudad que tiene al lado la montaña y donde yo pensaba que se respiraba un aire más o menos limpio, está en las últimas en calidad del aire.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Virgen de las Angustias

El 15 de Septiembre se celebró en Granada el día de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad.

No todos los años este día es festivo, pero este año por ajuste de días de vacaciones anuales, sí lo fue.
Aunque no todos pudimos disfrutar de un día libre, y tuvimos que trabajar, si que hubo algún descanso para ver el ambiente que se estaba montando en la ciudad. 

La mañana transcurrió muy tranquila. La Fuente de las Batallas comenzó a llenarse de puestos de flores, que sabían que ese día iban a hacer el agosto un mes después.

A las 6 de la tarde comenzaba la ofrenda floral a la Virgen, presidida por el alcalde José Torres Hurtado.
Una multitud de personas invadieron la Carrera de la Virgen y la cola de granaínos para ofrecer sus ramos de flores daba la vuelta a la manzana.
El momento más espectacular fue cuando la de la Real Sociedad Hípica de Granada, como es natural, realizó su ofrenda a caballo.





En las fotos se pueden ver los preparativos de la fachada y una foto del día después, porque ese día fue imposible conseguir una foto.

Y ahora... ¡a esperar al siguiente día festivo!

martes, 13 de septiembre de 2011

Cursos en la casa de Porras

Ya están disponibles los cursos y horarios de la casa de Porras. Podéis descargarlos en PDF desde su página web. Los cursos son prácticamente los mismos que en otras ocasiones (si no los mismos) y los horarios supongo que también.

Las inscripciones se abren a partir del día 19 de septiembre, así que hasta entonces no se puede hacer nada más que ir formando el horario que queramos.

Los cursos en sí empiezan la semana del 17 de octubre y se prolongan hasta diciembre. Cada uno tendrá una duración de 24 horas y un precio de unos 52€

¿A cual te apuntarás? Yo tengo entre ojo y ojo el de fotografía, espero pillar una plaza
Buen curso!

Más info: Casa de Porras

El embalse de Güejar y de Quentar

No sé si es porque vivo por esta zona de Granada o no, pero casi siempre que salgo de la ciudad para ir a andar o a montar en bici, termino pasando por delante de uno de estos dos embalses: el de Güejar Sierra y el de Quentar.

Son dos lugares bonitos y agradables a los que se puede acudir al atardecer para dar un paseo y salir de la ciudad tranquilamente. Si se tiene ganas y ánimo, también se puede ir en bici en una etapa no muy larga pero sí con algo de subida (unos 15 km de ida y otros tantos de vuelta)

Al embalse de Güejar Sierra (o de Canales) se llega desde la carretera que sale de Pinos Genil, en la última salida de la carretera de la sierra antes de que empiece a subir. Se puede transitar por la presa que nos dejan unas bonitas vistas:


Embalse dede la presa 

O desde la cola del pantano, pasado el pueblo de Güejar Sierra:



El otro es el Embalse de Quentar y se llega por la carretera de la sierra, entre Cenes y Pinos Genil, cogiendo el desvío que sale a mano izquierda. Primero se pasa por Dudar y Quentar, donde empieza la subida que termina en la presa. Hay un aparacamiento donde se puede dejar el coche y dar un paseo de nuevo por la presa, una construcción impresionante por la diferencia de altura entre uno y otro lado:



Durante los meses de verano no es extraño ver a gente bañándose en el embalse de Güejar Sierra y es prácticamente seguro que se verá a alguien bañándose en el de Quéntar.
Un mapa para su situación exacta:


Ver Living Granada en un mapa más grande

martes, 6 de septiembre de 2011

Restaurante El Olivo

Castillo de Tajarja es un pequeño (pequeñísimo) pueblo granadino al que se puede llegar por la autovía a Málaga y desviándonos hacia el Sur para hacer los últimos kilómetros por una diminuta y mala carretera que parece terminar en el mismo pueblo.

El paraje puede ser completamente desolador si se vislumbra entre las 3 y las 5 de la tarde de un sábado de mediados de julio: una temperatura que ni me atrevo a adivinar, ni un alma por la calle, todo cerrado a calicanto.

Pues bien, os preguntaréis... y este, ¿qué narices hace en el culo del mundo granadino en julio con el calor que pega por allí? La respuesta está en el título de la entrada: el restaurante El Olivo. Habíamos oído hablar de él por Gabriel que nos lo comentó ya hace tiempo, pero no habíamos tenido el gusto de ir hasta ahora. El restaurante será casi sin lugar a dudas el establecimiento mayor del pueblo (¿el único?) y no tiene pérdida llegar hasta él pues está mejor señalizado que el propio pueblo.

¿Qué tiene de particular? Se trata de un local regentado por un cocinero con renombre y experiencia internacional, Miguel García, y su mujer, quienes después del periplo por el mundo deciden volver al pueblo de él para montar su propio restaurante y darle un toque especial.

Nos habían contado un poco por encima como sería aquello, pero mejor os cuento como fue: el salón donde se sirven las comidas consta de un único habitáculo en el que hay unas 10 - 12 mesas, bastante juntas y entre las que se mueven el cocinero y el resto de los camareros. Habíamos reservado y llegamos a las 3 según lo previsto, nos sentaron de inmediato y lo primero que sorprende es la pila de platos que hay delante de cada comensal... por lo menos 5 y otro más grande de base. En una de las pasadas del cocinero, nos comenta "Enseguida estoy con vosotros". Mientras pedimos algo de beber y esperamos escasos 5 minutos hasta que, cogiendo un taburete, se sienta con nosotros y nos pregunta si hemos ido antes. Ante la respuesta negativa nos dice "Vais a comer de lo que hay". Con su gorro y bolígrafo en mano empieza a preguntarnos si hay algo que no nos guste, y va apuntando platos. Después del tercero nos asustamos, pero él sigue apuntando hasta un total de 6. Antes de levantarse nos aclara: nos irán sacando platos hasta que consideremos que hemos comido suficiente, lo haremos saber y parará la procesión.

Finalmente fueron 4 platos y postre. Aquí dejo las fotos:

Primer plato: foi, riquísimo

Segundo plato: judias blancas guisadas, con una salsa buenísima


Tercer plato: hojaldre relleno


Cuárto y último plato: lamina de pasta con gambas


Para terminar, tarta de chocolate

Este fue el menú que nos aplicamos, bastante contundente, pero bueno, a fin de cuentas son cuatro platos a compartir entre dos, por lo que no es tanto. La comida muy rica, para mi gusto lo mejor fue lo primero y luego ya decayendo hasta lo que menos gracia me hizo (pero que estaba bueno) que fue la pasta. Supongo que sería el hambre del principio.

Muchos estarán pensando que pagamos un pastizal por esta comida y más tratándose de un cocinero con cierto nombre... Pues no es nada caro: prácticamente ningún plato pasa de los 10 €. Tomamos una bebida al principio y vino y agua durante la comida. Todo en total superó por poco 20 € por cabeza.

En definitiva, un restaurante diferente, en el que comer cocina cuidada y personalizada, dándonos un paseo por los alrededores de Granada y a un precio muy asequible: recomendable