Bien, pues aquí estoy de nuevo con la segunda entrega de consejos para un amigo que va a viajar a Nueva York. En la primera parte hablaba de la manera de moverse por la ciudad y de los posibles espectáculos a los que se puede asistir. Ahora hablaré de la comida y de los museos.
Comer en NYC
Comer se ha convertido en uno de los mayores placeres en mis viajes actuales y en Nueva York hay tantos sitios y tan variados que es difícil no encontrar lo que a uno le pueda gustar o apetecer.
Algunas generalidades:
- Por lo general los platos son bastante grandes y es poco probable quedarse con hambre. Las bebidas también son abundantes y en algunos sitios tienen la opción del "free refill" con la que se puede llenar el vaso de refresco las veces que haga falta.
- Los precios no son caros, pero tampoco es barato (todo depende del sitio, por supuesto). La bebida en un restaurante encarece mucho la cuenta final (una cerveza puede venir costando entre 4$ y 7$). Sin embargo tienen por buena costumbre (buenísima diría yo) traer siempre unos vasos y una jarra de agua, sin ni siquiera tener que pedirlo.
- El servicio no está incluido, lo que para los españoles viene siendo la propina. Esto es medio obligatorio y en algunos casos vendrá incluso indicado en la cuenta. Se paga propina en casi todos sitios y se suele dejar alrededor de un 15%. Los precios de las cartas por supuesto no incluyen este precio ni los impuestos (pero son menos, algo así como un 8%).
- Aunque los horarios de apertura son extensos a lo largo del día, por lo general se come y cena bastante antes que en España por lo que si no se quieren sorpresas es mejor ir pronto que tarde.
Y ahora las hamburguesas, que están mucho más ricas! Sitios hay a porrillo y prácticamente en cualquier sitio tendrán una hamburguesa en la carta. Sin embargo hay algunos especializados o curiosos que se pueden visitar. De entre ellos, el que más me gusto a mi (y creo que al resto de acompañantes) y con diferencia es el
Jackson Holes Burguers. Hay tres o cuatro repartidos por Manhattan pero la comida que sirven es la misma. Nosotros visitamos dos, el de la calle 64 y el de la calle 35. Mejor el primero, pero también porque era entre semana y no había tanta gente como en el segundo.
Otra hamburguesería curiosa cuan lo menos es la que se encuentra dentro del Hotel Meridian. Y esa es precisamente la curiosidad, el hotel es un gran hotel de bien, pero la hamburguesería, completamente desligada del hotel, reside en su interior, tras unas cortinas que la ocultan por completo del público. Hay que saber que se encuentra allí para encontrarla (y al parecer lo sabe mucha gente porque tiene una gran afluencia de gente). La hamburguesa en sí no está mal, pero nada que ver con las anteriores, por lo que está bien para hacer un "lunch" en el camino y habremos visto otra más de las curiosidades de Nueva York.
En cuanto a comida también, hay que destacar los "brunch". Se supone qué sábados y domingos, la gente se levanta demasiado tarde para desayunar pero demasiado pronto para comer por lo que lo juntan todo en una única comida que puede ser tanto dulce como salada. Esta es la teoría, en la práctica se traduce en que en muchos establecimientos sacan durante el fin de semana una oferta de brunch en la que se incluye una bebida y ciertos platos a elegir por un precio algo más reducido de lo que cuesta normalmente. Hay sitios conocidos por sus brunch en los que puedes pedir huevos de distintas formas, tortitas, tostadas... Nosotros particularmente estuvimos en uno en la Avenida 11, que se llamaba Market Dinner y que no estaba mal. Otros en los que estuvimos no tenían tanto de especial.
Y por último en cuanto a comidas se refiere, están las típicas cafeterías de las películas, en las que la camarera te pone café cada dos por tres y te llaman cariño... bueno, pues de esas no encontramos ninguna. Sin embargo el aspecto si que lo tienen muchas, con esos bancos pegados al suelo y los taburetes en la barra. Para comer y cenar están muy bien, con una carta amplia, buenos precios, abiertos a cualquier hora. En concreto me gustó uno que hace esquina en la 34 con la 8th Avenue, Tick Tock Dinner o así se llamaba.
¿Dije que ya terminaba verdad? Mentía... sólo un repunte más: los Dellis: son tiendas que están por todos sitios con comida preparada en la que tu te sirves (más o menos) y que igualmente pueden ser muy útiles para comer mientras se está visitando si no se quiere parar mucho tiempo. Algunos tienen una presentación exquisita.
Los Museos
Marcaría los cuatro museos más grandes y posiblemente más importantes de la ciudad:
Otra hamburguesería curiosa cuan lo menos es la que se encuentra dentro del Hotel Meridian. Y esa es precisamente la curiosidad, el hotel es un gran hotel de bien, pero la hamburguesería, completamente desligada del hotel, reside en su interior, tras unas cortinas que la ocultan por completo del público. Hay que saber que se encuentra allí para encontrarla (y al parecer lo sabe mucha gente porque tiene una gran afluencia de gente). La hamburguesa en sí no está mal, pero nada que ver con las anteriores, por lo que está bien para hacer un "lunch" en el camino y habremos visto otra más de las curiosidades de Nueva York.
En cuanto a comida también, hay que destacar los "brunch". Se supone qué sábados y domingos, la gente se levanta demasiado tarde para desayunar pero demasiado pronto para comer por lo que lo juntan todo en una única comida que puede ser tanto dulce como salada. Esta es la teoría, en la práctica se traduce en que en muchos establecimientos sacan durante el fin de semana una oferta de brunch en la que se incluye una bebida y ciertos platos a elegir por un precio algo más reducido de lo que cuesta normalmente. Hay sitios conocidos por sus brunch en los que puedes pedir huevos de distintas formas, tortitas, tostadas... Nosotros particularmente estuvimos en uno en la Avenida 11, que se llamaba Market Dinner y que no estaba mal. Otros en los que estuvimos no tenían tanto de especial.
Y por último en cuanto a comidas se refiere, están las típicas cafeterías de las películas, en las que la camarera te pone café cada dos por tres y te llaman cariño... bueno, pues de esas no encontramos ninguna. Sin embargo el aspecto si que lo tienen muchas, con esos bancos pegados al suelo y los taburetes en la barra. Para comer y cenar están muy bien, con una carta amplia, buenos precios, abiertos a cualquier hora. En concreto me gustó uno que hace esquina en la 34 con la 8th Avenue, Tick Tock Dinner o así se llamaba.
¿Dije que ya terminaba verdad? Mentía... sólo un repunte más: los Dellis: son tiendas que están por todos sitios con comida preparada en la que tu te sirves (más o menos) y que igualmente pueden ser muy útiles para comer mientras se está visitando si no se quiere parar mucho tiempo. Algunos tienen una presentación exquisita.
Los Museos
Marcaría los cuatro museos más grandes y posiblemente más importantes de la ciudad:
- New York Museum of Natural History
- Guggenheim
- MoMa
- Metropolitan
El de Historia de Ciencias Naturales está muy orientado a visitas de colegios. Aún así está interesante y tienen muchos fósiles reales de dinosaurios (el del famoso T-Rex entre otros). También cuenta con un planetario con pases de media hora, está bien, pero nada diferente si has estado en otros planetarios (bueno sí, está en inglés :)). En caso de que hubiera que dejar uno de lado, quizá esta fuera mi elección (y eso que fui yo el que más me emperré en visitarlo). Además tienen exposiciones en el interior por las que hay que volver a pagar, lo cual no me gustó nada ya que la entrada ya cuesta sus 20$ que no está nada mal.
En cuanto a los otros dos... pues a mi me gustaron mucho, pero ni mucho menos soy un entendido en arte así que no puedo hacerte una crítica muy seria del asunto. El MoMa tiene cosas más "curiosas" mientras que el Metropolitan es más clásico. Llama la atención la cantidad de obras de artistas europeos que tienen allí expuestas y que para verlas haya que ir hasta allí siendo los autores del viejo continente... lo que hace la pela.
Comimos en el restaurante del Metropolitan uno de los días y estaba agradable, algo más caro que otros sitios, pero así variamos.
El Metropolitan es de entrada gratuita, o dando la voluntad, aunque en todos sitios figura que cuesta 20$. No lo puedo verificar porque nosotros entramos con unos taco de tickets que nos compramos conjuntamente para los museos, el Empire State Building, el Top of the Rock y una vuelta en barco alrededor de Manhattan. Creo que al final merece la pena, aunque económicamente no tantísimo, sí por las colas que te puedes ahorrar en cada uno de los sitios.
Y hasta aquí este episodio. A medida que voy escribiendo se me vienen a la cabeza más y más cosas, haciendo memoria de las cosas que hicimos por allí. Así que... Continuará....