De esos sí estaba al tanto, pero de los que no estaba al tanto es de los "vendedores de biblias", de los que van puerta por puerta intentando venderte... lo mismo que los de arriba a fin de cuentas. Y es que nunca antes los había visto, al menos fuera de las películas, pero desde que estoy aquí en Granada ya van dos veces que han llamado a la puerta para intentar venderme el ADSL de Vodafone.
"Hola vecino" es el saludo que recibí la primera vez. "Tus vecinos ya han empezado a ahorrar unos eurillos" es la frase con la que ha empezado el discurso del vendedor de la segunda. El perfil es el mismo, al igual que el guión seguido: joven relativamente bien vestido de sexo masculino que se presenta con mucha efusividad y trata de darte la mano a toda costa diciendo su nombre y preguntándote el tuyo. Pregunta si eres el dueño o inquilino de la casa y presupone que tienes telefónica como operador de teléfono. Le contestes lo que le contestes te ofrece una lámina plastificada con las tarifas y "beneficios" de su producto.
Finalmente supongo que recogen estadísticas de qué operador tienes... me arrepiento de no haberles engañado con una información falsa para que no saquen beneficio alguno de esta práctica tan pesada.
Al menos a este segundo he podido despacharle bastante rápido... lo siento por él, pero de verdad, no me interesa.
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