En la primera intentona no había quien entrara allí, estaba hasta arriba así que decidimos dar media vuelta y empezar por otros. Después de dos tapas por los alrededores volvimos al susodicho y esta vez sí, algo más vacío conseguimos una mesa con cinco sillas. Pedimos en la barra y cual fue la desilusión cuando en lugar de pescaíto nos ponen un plato de champiñones a secas... están buenos pero si te esperas una tapa de pescado y te ponen eso, pues te desilusionas un poco bastante. Luego vimos el cartel que tienen en la pared que reza:
"La tapa es un regalo de la casa, por lo tanto ni se cambia ni se elige"
Y que digo yo que para ser un regalo de la casa ya venden la cerveza bastante cara no? En mi pueblo también hay tapa y la caña pasa por poco el euro no como aquí que roza los dos.
Bueno en conclusión, es la segunda vez que voy a este bar (la otra en el que está al final de la calle Navas, casi en el Realejo) y no le termino de ver la gracia: cuesta pedir por la cantidad de gente que hay, no se puede elegir la tapa y ésta tampoco es que sea muy abundante. El precio de la caña (servida en vaso grande, eso sí, aunque no lleno hasta arriba) no llega a los 2€ aunque tampoco recuerdo cuánto exactamente.
Por tanto la nota final: 2/5
Mapa de sitios de Granada:
Si es el mismo donde fuimos en enero y que tambien estaba lleno, I agree with you.
ResponderEliminarCria fama y échate a dormir.
No exactamente, pero al lado... la calle en general es quien ha cogido la fama y se ha echado a dormir
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