martes, 30 de noviembre de 2010

Mi compañera la radio

No suelo escuchar mucho la radio. O debería decir que no solía escuchar mucho la radio. En general tampoco suelo abusar de la música, ni mucho menos soy de esos que según llega al trabajo pone los altavoces y no los desconecta hasta que se va. Tampoco la utilicé para estudiar en su momento, ni para hacer deporte, ni para los viajes... Y la radio no me suponía mucho más que música, cuando había tertulias u otros programas hablados, me aburrían y no me paraba a escucharlos.

Ahora ha cambiado la situación. La radio significa programas hablados, historietas, entretenimiento, distracción... y sólo en algunas ocasiones, como antes de dormirme, algo de música (si no me quedo enganchado y no me duermo!). Supongo que todo empezó de camino al trabajo en las pocas ocasiones que cogía el coche, en cuyo caso el culpable habría sido Juan Ramón Lucas y su "No es un día cualquiera" a horas muy tempranas. Aunque a la vuelta también estaba Toni Garrido y Tom Kallene con sus "Asuntos Propios".
 
Todo iba bien al principio, manteníamos una relación de conveniencia, ellos querían oyentes y yo quería algo que escuchar durante el trayecto de ida y vuelta al trabajo. El problema empezó cuando un día al llegar al trabajo, tras aparcar y apagar el coche, volví a encender la radio y me quedé unos minutos más allí sentado esperando a que terminara lo que estaban contando. No sé si era el tiempo de ese día, la noticia de la jornada o un comentario de un contertulio... pero en lugar de salir pitando como solía hacer, me quedé allí escuchando.

Coger el coche significaba radio así que ya no me importaba tanto madrugar por las mañanas, si me daba prisa y con suerte llegaba a escuchar tal sección; y por las tardes le daba menos importancia al coñazo del atasco, iba acompañado a casa.

Esto sucedía sólo unos pocos días al mes, el resto no tenía posibilidad de escuchar la radio más allá de los cinco minutos de desperezarse en la cama, y sin embargo tampoco lo echaba de menos, igual que hoy en día sigo sin echarlo de menos cuando no está disponible.

Pero si hay ocasión, la radio es mi compañera de viaje, de trabajo y de cama (al menos un ratito)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios son bienvenidos ;)